El celular: una preocupante adicción

Muchas veces se habla del uso del celular por parte del conductor, pero con los años la preocupación de la distracción que genera el aparato en el peatón, ha llevado a las autoridades de diferentes países a tomar medidas con el fin de disminuir el riesgo de un siniestro de tránsito generado por la imprudencia del transeúnte.

Los celulares permiten una infinidad de cosas, lo que genera una dependencia constante del aparato. Donde quiera que esté la persona, presenta una gran necesidad de estar conectado permanentemente, de leer al instante el mensaje que llega y la necesidad de responder de forma inmediata. Según la edición 17 del perfil del internauta uruguayo, el 94% de los uruguayos utiliza mayormente el celular desde su casa, un 45% lo hace en tiempos muertos (salas de espera, paradas de ómnibus, fila del supermercado, etc.), el 31% en el lugar de trabajo, 33% en lugares públicos (plazas, bares, restaurantes, etc.) y el 28% lo hace en el transporte público.

Al caminar por la vía pública, el peatón debe estar muy atento a los estímulos que se le presentan, sobre todo cuando se trata de cruzar una calle. Muchas veces se lo ve ensimismado con el celular, escribiendo un mensaje, contestando una llamada, escuchando música a un gran volumen, que no le permite escuchar los sonidos de su alrededor, y hasta jugando algún juego. En el año 2016 llegó a Uruguay el Pokemon Go un juego que consistía en atrapar a los personajes que aparecían en la pantalla. Si bien la aplicación advertía a los usuarios antes de comenzar el juego  “el jugador debe estar atento en todo momento y vigilando su alrededor”, los jóvenes igualmente circulaban por la calle atentos a este juego incluso mientras cruzaban la calle.

Según el artículo presentado en Argentina por Infobae, en ese país “el 50% de los peatones observados muestra alguna distracción al circular por la vía pública. De esa totalidad, el 40% está usando el celular al cruzar la calle”. Forma parte del paisaje cotidiano ver a las personas transitando por la calle, concentrados única y exclusivamente en el aparato. Hasta resulta común verlos con el celular en la mano, aún cuando no está siendo utilizado.

Según el informe del equipo de seguridad vial de CESVI Argentina, “mirar el celular mientras se camina, se denomina ceguera atencional. Y los estudios demuestran que mirar el teléfono durante 10 segundos equivale a caminar 14 metros sin mirar el entorno”. Además, el estudio revela que los menores de 24 años son los que más se distraen por escuchar música y enviar o recibir mensajes, mientras que para los mayores de 45 la principal distracción es hablar por teléfono.

Por otra parte en España, según la Dirección General de Tránsito, en carretera  el teléfono ha pasado a ser la primera causa de muerte (33%), por encima de la velocidad (29%) y el alcohol (26%).

Para las autoridades de los diferentes países el tema del uso del celular no es ajeno, por eso se han ido implementando diferentes medidas y se han presentado diferentes proyectos de ley que contemplan esta temática y Uruguay no ha quedado afuera.

Según un artículo publicado por El Observador, “García dijo que el objetivo es crear conciencia de que hay un problema social y señaló que ya hubo dos muertes de peatones en Montevideo por cruzar utilizando el celular”.

La Unasev trabaja en este tema y no descartan adoptar alguna medida ya aplicada por otros países para evitar que los peatones hagan uso del celular mientras cruzan la calle.

Existen países como Italia que ya implementan multas a los peatones que están atentos al móvil mientras cruzan. La sanción es de 30 Euros y ya van varias personas que han cometido la infracción y debieron abonar la multa.

Después de las experiencias en diferentes países como Holanda, Alemania y España, en Argentina se implementaron experiencias pilotos de semáforos en el suelo, instalados al borde del cordón sincronizados con los semáforos. El objetivo de estos semáforos de piso es llamar la atención de aquellos peatones sin ninguna intención de levantar su cabeza para  cruzar la calle. Los dispositivos ya están en la esquina de las avenidas del Libertador y Ramos Mejía, en Retiro. Además, las autoridades argentinas plantean extender el plan piloto a otras partes de la ciudad, teniendo en cuenta el alto índice de siniestralidad vial.

Resulta natural ver tanto al conductor como al peatón con su mirada sobre el celular, cruzando por cualquier lugar, sin respetar las señales, sin hacer contacto visual con el conductor lo cual aseguraría, por lo menos, que hemos sido vistos. Si bien cruzar una calle lleva menos de 30 segundos, el peatón igualmente presenta esa necesidad de contestar la llamada o el mensaje inmediatamente.

Está claro que el celular presenta muchísimas ventajas, pero también funciona como elemento distractor que puede llegar a causar un siniestro de tránsito. Estar mirando hacia abajo incluso cuando se cruza la calle, presenta un riesgo del que el peatón claramente no es consciente.

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El celular: una preocupante adicción

Muchas veces se habla del uso del celular por parte del conductor, pero con los años la preocupación de la distracción que genera el aparato en el peatón, ha llevado a las autoridades de diferentes países a tomar medidas con el fin de disminuir el riesgo de un siniestro de tránsito generado por la imprudencia del transeúnte.

Los celulares permiten una infinidad de cosas, lo que genera una dependencia constante del aparato. Donde quiera que esté la persona, presenta una gran necesidad de estar conectado permanentemente, de leer al instante el mensaje que llega y la necesidad de responder de forma inmediata. Según la edición 17 del perfil del internauta uruguayo, el 94% de los uruguayos utiliza mayormente el celular desde su casa, un 45% lo hace en tiempos muertos (salas de espera, paradas de ómnibus, fila del supermercado, etc.), el 31% en el lugar de trabajo, 33% en lugares públicos (plazas, bares, restaurantes, etc.) y el 28% lo hace en el transporte público.

Al caminar por la vía pública, el peatón debe estar muy atento a los estímulos que se le presentan, sobre todo cuando se trata de cruzar una calle. Muchas veces se lo ve ensimismado con el celular, escribiendo un mensaje, contestando una llamada, escuchando música a un gran volumen, que no le permite escuchar los sonidos de su alrededor, y hasta jugando algún juego. En el año 2016 llegó a Uruguay el Pokemon Go un juego que consistía en atrapar a los personajes que aparecían en la pantalla. Si bien la aplicación advertía a los usuarios antes de comenzar el juego  “el jugador debe estar atento en todo momento y vigilando su alrededor”, los jóvenes igualmente circulaban por la calle atentos a este juego incluso mientras cruzaban la calle.

Según el artículo presentado en Argentina por Infobae, en ese país “el 50% de los peatones observados muestra alguna distracción al circular por la vía pública. De esa totalidad, el 40% está usando el celular al cruzar la calle”. Forma parte del paisaje cotidiano ver a las personas transitando por la calle, concentrados única y exclusivamente en el aparato. Hasta resulta común verlos con el celular en la mano, aún cuando no está siendo utilizado.

Según el informe del equipo de seguridad vial de CESVI Argentina, “mirar el celular mientras se camina, se denomina ceguera atencional. Y los estudios demuestran que mirar el teléfono durante 10 segundos equivale a caminar 14 metros sin mirar el entorno”. Además, el estudio revela que los menores de 24 años son los que más se distraen por escuchar música y enviar o recibir mensajes, mientras que para los mayores de 45 la principal distracción es hablar por teléfono.

Por otra parte en España, según la Dirección General de Tránsito, en carretera  el teléfono ha pasado a ser la primera causa de muerte (33%), por encima de la velocidad (29%) y el alcohol (26%).

Para las autoridades de los diferentes países el tema del uso del celular no es ajeno, por eso se han ido implementando diferentes medidas y se han presentado diferentes proyectos de ley que contemplan esta temática y Uruguay no ha quedado afuera.

Según un artículo publicado por El Observador, “García dijo que el objetivo es crear conciencia de que hay un problema social y señaló que ya hubo dos muertes de peatones en Montevideo por cruzar utilizando el celular”.

La Unasev trabaja en este tema y no descartan adoptar alguna medida ya aplicada por otros países para evitar que los peatones hagan uso del celular mientras cruzan la calle.

Existen países como Italia que ya implementan multas a los peatones que están atentos al móvil mientras cruzan. La sanción es de 30 Euros y ya van varias personas que han cometido la infracción y debieron abonar la multa.

Después de las experiencias en diferentes países como Holanda, Alemania y España, en Argentina se implementaron experiencias pilotos de semáforos en el suelo, instalados al borde del cordón sincronizados con los semáforos. El objetivo de estos semáforos de piso es llamar la atención de aquellos peatones sin ninguna intención de levantar su cabeza para  cruzar la calle. Los dispositivos ya están en la esquina de las avenidas del Libertador y Ramos Mejía, en Retiro. Además, las autoridades argentinas plantean extender el plan piloto a otras partes de la ciudad, teniendo en cuenta el alto índice de siniestralidad vial.

Resulta natural ver tanto al conductor como al peatón con su mirada sobre el celular, cruzando por cualquier lugar, sin respetar las señales, sin hacer contacto visual con el conductor lo cual aseguraría, por lo menos, que hemos sido vistos. Si bien cruzar una calle lleva menos de 30 segundos, el peatón igualmente presenta esa necesidad de contestar la llamada o el mensaje inmediatamente.

Está claro que el celular presenta muchísimas ventajas, pero también funciona como elemento distractor que puede llegar a causar un siniestro de tránsito. Estar mirando hacia abajo incluso cuando se cruza la calle, presenta un riesgo del que el peatón claramente no es consciente.

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