Es común que las mujeres embarazadas consulten acerca de si pueden seguir conduciendo o no. En el caso de que el médico indique que no hay ningún inconveniente, pueden manejar durante todo el embarazo mientras lo hagan en un auto que les resulte cómodo y en condiciones que no les exija realizar esfuerzos. 

Sea frente al volante o como acompañante siempre se debe procurar ajustar correctamente el asiento y que el cinturón no les apriete la panza. La banda horizontal del cinturón de seguridad  se debe de colocar a nivel de los huesos y la cadera evitando ejercer fuerza sobre la panza, mientras que la banda diagonal debe ir lateralmente por el abdomen pasando entre los senos y apoyada en la clavícula.

El uso del cinturón es obligatorio en todas las plazas del vehículo y debe quedar ajustado al cuerpo. Es importante saber que el airbag no sustituye al cinturón y debe estar siempre activo, ya sea tanto para el conductor como para el acompañante.

Antes de comenzar el trayecto se deberá acomodar el asiento de manera que pueda ajustar su posición al vehículo. A su vez, durante el embarazo se aconseja que se eviten las vibraciones por lo que el trayecto se debe realizar preferentemente por caminos que se encuentren en buenas condiciones.  Cabe agregar que se recomienda que el primer trimestre y el último no conduzcan motos porque esto genera vibraciones que pueden afectar al bebé.

Si se realizan viajes largos se recomienda que se mantengan hidratadas y de vez en cuando se tomen descansos para estirar las piernas. Además,  para manejar de forma más cómoda se puede utilizar una banda pélvica, su uso no es obligatorio pero puede ayudar a evitar el cansancio. Es aconsejable también que aumente la distancia de su vehículo con el otro para evitar realizar movimientos bruscos.

Si bien no hay nada que indique que la mujer debe dejar de manejar en algún momento de su embarazo, mientras este sea saludable,  es sumamente importante que cuando se sienta incómoda, deje de conducir.