Kombivir para existir

Carolina Pecoits de 27 años y oriunda de Durazno junto a Gimena Fojo de 29 años de Montevideo acondicionaron una Kombi para viajar durante seis meses. “La idea del viaje surge en un principio por querer salir del país, las dos habíamos estudiado y nos habíamos recibido hace poco pero no estábamos muy contentas con la situación del país.

Queríamos escapar un poco, necesitábamos un cambio, entonces primero intentamos sacar la visa de trabajo para irnos a Nueva Zelanda pero no la conseguimos, son muy pocas que dan y muchos jóvenes que la piden. Luego un amigo nos comentó la idea de viajar en kombi, él había venido de Búzios justamente a Uruguay y nos dijo: “lo mejor que podes hacer en la vida es comprarte una kombi y viajar” y esa fue la frase motivadora para nosotras”.

Las jóvenes comenzaron a buscar en internet y notaron que había muchísimos viajeros en la misma situación. Luego de ver tres o cuatros camionetas se decidieron por una furgón del 95 totalmente vacío y en muy buen estado. “Enseguida nos decidimos, no lo pensamos mucho, parecía que todo se estaba dando para nosotras”, cuentan.

“En YouTube encontramos miles de ideas para hacerla motorhome, entonces fuimos armando nosotras nuestra casita a nuestro parecer y comodidad, ya que mandar a hacerla tenía un costo elevado y no contábamos con muchos fondos”. Cortaron, lijaron y pintaron cada madera de los muebles y cuatro meses después de dedicarle tiempo y esfuerzo durante el día y la noche lograron dejarla lista para salir a la ruta.  “Sabíamos de antemano que nuestro primer destino era Búzios pero recorrimos muchísimos lugares en el viaje de ida y vuelta. El rotario está escrito en uno de los costados de la camioneta, se nos ocurrió personalizarla un poco. Uno no puede decir tal lugar es más lindo que otro, todos tienen su encanto, sino son las playas es su gente, el ambiente, la cuidad,  pero amamos cada lugar que conocimos y quedamos fascinadas con la diversidad natural que tiene Brasil”

En todo momento recibieron el apoyo de sus amigos y familiares. “Es el plan de muchos jóvenes comprarse una kombi y viajar. A nuestras familias al principio les costó aceptarlo. Estar alejado de la familia cuesta, pero nunca dejaron de apoyarnos. Luego con el paso del tiempo y al vernos trabajar en la kombi con mucho amor y entusiasmo ellos iban aceptándolo. Veían que nos hacía feliz”.

Las jóvenes cuentan que si bien es un vehículo antiguo, no tuvieron grandes inconvenientes. “Es un vehículo viejo y tiene ya sus mañas las cuales fuimos aprendiendo en los seis meses. En cuanto a seguridad, la verdad nunca tuvimos inconveniente alguno a pesar que la mayoría de la gente nos decía que Brasil era muy peligroso”.

Durante la aventura conocieron muchísimas personas. Por un lado las que, al igual que ellas, habían salido en kombi con el fin de recorrer diferentes lugares sin horarios y sin la preocupación del alojamiento y por otro aquellos que les abrían las puertas de su casa para hospedarse, con quienes aún siguen en contacto. “Es una comunidad hermosa, la que no sólo compartís anécdotas y charlas del viaje sino de la vida, se da un intercambio cultural que es genial, estamos todos en contacto por las redes sociales”.

“Cuando la persona empieza a viajar se da cuenta que la vida hay que disfrutarla y no hay que esperar que pase algo para eso. Además, viajar en kombi es mágico, es algo especial. Hasta que no conocimos otros viajeros de kombi no sabíamos que queríamos hacer esto mucho tiempo. Ahora nuestra idea es trabajar y ahorrar para nuestro próximo viaje. Tenemos pensado Argentina, y luego continuar para Chile y seguir para el norte”, explican.

Para aquellos que están en dudas de realizar un viaje de esta forma las chicas sostienen que vivieron experiencias únicas que las ayudaron a madurar y a valorar las cosas desde otra perspectiva. “Aprendés a vivir con 60 litros de agua y sin televisión y disfrutás de otras cosas que realmente valen la pena. Lo material va y viene, pero una experiencia de viaje te deja cosas para toda la vida, te llena la retina, te alimenta el alma”.

En el viaje conocieron personas de hasta 60 años que estaban aprontando su kombi para salir a la ruta. “Suponemos que viajar en moto, o en auto también tiene su magia, pero elegimos una kombi porque te abre puertas increíbles, es una comunidad y uno no sabe que existe todo eso. No importa si sos colombiano, venezolano, brasilero, argentino o uruguayo. No importa qué edad tenés, todos se ayudan en cualquier parte del mundo. Pudimos participar en encuentros y quedamos felices de ver cuánta gente valiosa te hace conocer la kombi”.

Antes de emprender el viaje, muchos sugirieron a las jóvenes armar una cuenta de Facebook y de Instagram a la cual llamaron “Kombivir para existir”, con el fin de que se hicieran conocidas y pudieran colgar fotos de los lugares que recorrían día a día. A su vez, ésto les permitiría leer sugerencias y obtener ayuda en ciertos momentos. “También recibimos preguntas de gente que está armando su motorhome y necesita saber algunas cosas, como con qué material aislarla, la medida de la baca, o cómo hacer la caja de agua entre otras. Nosotras encantadas de poder ayudar a otros porque también tuvimos las mismas dudas. Además, usamos las redes para publicar algunas cositas que hacíamos para vender y lo usaremos en estos meses también porque haremos algunas ferias. Estamos buscando hacer temporada por Rocha y estaremos vendiendo productos viajeros para poder seguir nuestro viaje”.

Las jóvenes promueven esta experiencia y alientan a aquellos que están en duda de hacerlo y hasta abren las puertas de su casa para quienes quieran conocer la kombi en donde ellas vivieron la gran aventura. “Estamos a las órdenes por si quieren venir a conocer a Cimarrona, nuestra kombi, o por si quieren ideas para sus proyectos. Amamos esto, así que con gusto aquí estaremos”.

 

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Kombivir para existir

Carolina Pecoits de 27 años y oriunda de Durazno junto a Gimena Fojo de 29 años de Montevideo acondicionaron una Kombi para viajar durante seis meses. “La idea del viaje surge en un principio por querer salir del país, las dos habíamos estudiado y nos habíamos recibido hace poco pero no estábamos muy contentas con la situación del país.

Queríamos escapar un poco, necesitábamos un cambio, entonces primero intentamos sacar la visa de trabajo para irnos a Nueva Zelanda pero no la conseguimos, son muy pocas que dan y muchos jóvenes que la piden. Luego un amigo nos comentó la idea de viajar en kombi, él había venido de Búzios justamente a Uruguay y nos dijo: “lo mejor que podes hacer en la vida es comprarte una kombi y viajar” y esa fue la frase motivadora para nosotras”.

Las jóvenes comenzaron a buscar en internet y notaron que había muchísimos viajeros en la misma situación. Luego de ver tres o cuatros camionetas se decidieron por una furgón del 95 totalmente vacío y en muy buen estado. “Enseguida nos decidimos, no lo pensamos mucho, parecía que todo se estaba dando para nosotras”, cuentan.

“En YouTube encontramos miles de ideas para hacerla motorhome, entonces fuimos armando nosotras nuestra casita a nuestro parecer y comodidad, ya que mandar a hacerla tenía un costo elevado y no contábamos con muchos fondos”. Cortaron, lijaron y pintaron cada madera de los muebles y cuatro meses después de dedicarle tiempo y esfuerzo durante el día y la noche lograron dejarla lista para salir a la ruta.  “Sabíamos de antemano que nuestro primer destino era Búzios pero recorrimos muchísimos lugares en el viaje de ida y vuelta. El rotario está escrito en uno de los costados de la camioneta, se nos ocurrió personalizarla un poco. Uno no puede decir tal lugar es más lindo que otro, todos tienen su encanto, sino son las playas es su gente, el ambiente, la cuidad,  pero amamos cada lugar que conocimos y quedamos fascinadas con la diversidad natural que tiene Brasil”

En todo momento recibieron el apoyo de sus amigos y familiares. “Es el plan de muchos jóvenes comprarse una kombi y viajar. A nuestras familias al principio les costó aceptarlo. Estar alejado de la familia cuesta, pero nunca dejaron de apoyarnos. Luego con el paso del tiempo y al vernos trabajar en la kombi con mucho amor y entusiasmo ellos iban aceptándolo. Veían que nos hacía feliz”.

Las jóvenes cuentan que si bien es un vehículo antiguo, no tuvieron grandes inconvenientes. “Es un vehículo viejo y tiene ya sus mañas las cuales fuimos aprendiendo en los seis meses. En cuanto a seguridad, la verdad nunca tuvimos inconveniente alguno a pesar que la mayoría de la gente nos decía que Brasil era muy peligroso”.

Durante la aventura conocieron muchísimas personas. Por un lado las que, al igual que ellas, habían salido en kombi con el fin de recorrer diferentes lugares sin horarios y sin la preocupación del alojamiento y por otro aquellos que les abrían las puertas de su casa para hospedarse, con quienes aún siguen en contacto. “Es una comunidad hermosa, la que no sólo compartís anécdotas y charlas del viaje sino de la vida, se da un intercambio cultural que es genial, estamos todos en contacto por las redes sociales”.

“Cuando la persona empieza a viajar se da cuenta que la vida hay que disfrutarla y no hay que esperar que pase algo para eso. Además, viajar en kombi es mágico, es algo especial. Hasta que no conocimos otros viajeros de kombi no sabíamos que queríamos hacer esto mucho tiempo. Ahora nuestra idea es trabajar y ahorrar para nuestro próximo viaje. Tenemos pensado Argentina, y luego continuar para Chile y seguir para el norte”, explican.

Para aquellos que están en dudas de realizar un viaje de esta forma las chicas sostienen que vivieron experiencias únicas que las ayudaron a madurar y a valorar las cosas desde otra perspectiva. “Aprendés a vivir con 60 litros de agua y sin televisión y disfrutás de otras cosas que realmente valen la pena. Lo material va y viene, pero una experiencia de viaje te deja cosas para toda la vida, te llena la retina, te alimenta el alma”.

En el viaje conocieron personas de hasta 60 años que estaban aprontando su kombi para salir a la ruta. “Suponemos que viajar en moto, o en auto también tiene su magia, pero elegimos una kombi porque te abre puertas increíbles, es una comunidad y uno no sabe que existe todo eso. No importa si sos colombiano, venezolano, brasilero, argentino o uruguayo. No importa qué edad tenés, todos se ayudan en cualquier parte del mundo. Pudimos participar en encuentros y quedamos felices de ver cuánta gente valiosa te hace conocer la kombi”.

Antes de emprender el viaje, muchos sugirieron a las jóvenes armar una cuenta de Facebook y de Instagram a la cual llamaron “Kombivir para existir”, con el fin de que se hicieran conocidas y pudieran colgar fotos de los lugares que recorrían día a día. A su vez, ésto les permitiría leer sugerencias y obtener ayuda en ciertos momentos. “También recibimos preguntas de gente que está armando su motorhome y necesita saber algunas cosas, como con qué material aislarla, la medida de la baca, o cómo hacer la caja de agua entre otras. Nosotras encantadas de poder ayudar a otros porque también tuvimos las mismas dudas. Además, usamos las redes para publicar algunas cositas que hacíamos para vender y lo usaremos en estos meses también porque haremos algunas ferias. Estamos buscando hacer temporada por Rocha y estaremos vendiendo productos viajeros para poder seguir nuestro viaje”.

Las jóvenes promueven esta experiencia y alientan a aquellos que están en duda de hacerlo y hasta abren las puertas de su casa para quienes quieran conocer la kombi en donde ellas vivieron la gran aventura. “Estamos a las órdenes por si quieren venir a conocer a Cimarrona, nuestra kombi, o por si quieren ideas para sus proyectos. Amamos esto, así que con gusto aquí estaremos”.

 

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