Comienza el verano y muchas personas deciden realizar el viaje en vehículo durante la noche para no sufrir las altas temperaturas que hay durante el día. Otros de los argumentos que tienen los conductores para conducir a estas horas es la significativa disminución del tráfico y llegar en la mañana a destino para aprovechar el día.
Está claro que en verano la conducción en horarios de sol, aun teniendo el aire acondicionado del vehículo, es sumamente agotadora. Pero el peligro es aún mayor ya que nuestra visión se ve disminuida significativamente. Las luces del vehículo nos permiten ver sólo hacia adelante sin saber qué pasa en las otras direcciones pudiendo ser sorprendidos, por ejemplo, por algún animal suelto.
CESVI es un Centro de Experimentación dedicado a la investigación y análisis de la seguridad vial y automotriz ubicado en Argentina, que realizó un estudio en rutas y autopistas de ese país el cual demuestra que entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana se triplica el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito. Según este estudio “Uno de los factores que causan más siniestros de tránsito es el error en el cálculo de distancia. La dificultad que presenta conducir de noche es ver y reconocer, con el tiempo suficiente, algún objeto en la ruta. Es que, con las luces bajas del vehículo, la visión que el conductor tiene es, aproximadamente, de 30 a 35 metros y sólo hacia delante”.
A pesar de que el tráfico sea menor el conductor no debe aumentar la velocidad. Si nunca se realizó el recorrido una buena recomendación puede ser estudiarlo previamente para tener idea el estado y saber qué hay alrededor.
Manejar en horas de la noche hace que el conductor, frente a la presencia de cualquier estímulo, tenga que realizar un esfuerzo mayor para actuar de forma rápida y a su vez correcta.
Según el Club de Automovilistas Europeos estas son las diez reglas que los conductores deben recordar si conducen de noche:
Comienza el verano y muchas personas deciden realizar el viaje en vehículo durante la noche para no sufrir las altas temperaturas que hay durante el día. Otros de los argumentos que tienen los conductores para conducir a estas horas es la significativa disminución del tráfico y llegar en la mañana a destino para aprovechar el día.
Está claro que en verano la conducción en horarios de sol, aun teniendo el aire acondicionado del vehículo, es sumamente agotadora. Pero el peligro es aún mayor ya que nuestra visión se ve disminuida significativamente. Las luces del vehículo nos permiten ver sólo hacia adelante sin saber qué pasa en las otras direcciones pudiendo ser sorprendidos, por ejemplo, por algún animal suelto.
CESVI es un Centro de Experimentación dedicado a la investigación y análisis de la seguridad vial y automotriz ubicado en Argentina, que realizó un estudio en rutas y autopistas de ese país el cual demuestra que entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana se triplica el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito. Según este estudio “Uno de los factores que causan más siniestros de tránsito es el error en el cálculo de distancia. La dificultad que presenta conducir de noche es ver y reconocer, con el tiempo suficiente, algún objeto en la ruta. Es que, con las luces bajas del vehículo, la visión que el conductor tiene es, aproximadamente, de 30 a 35 metros y sólo hacia delante”.
A pesar de que el tráfico sea menor el conductor no debe aumentar la velocidad. Si nunca se realizó el recorrido una buena recomendación puede ser estudiarlo previamente para tener idea el estado y saber qué hay alrededor.
Manejar en horas de la noche hace que el conductor, frente a la presencia de cualquier estímulo, tenga que realizar un esfuerzo mayor para actuar de forma rápida y a su vez correcta.
Según el Club de Automovilistas Europeos estas son las diez reglas que los conductores deben recordar si conducen de noche: